Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2019

#11

#22 Me deshollo los besos, y sano la carne cruda de mis labios con la blanda savia de tu verbo. Me abrigo con nuestro pasado imputrescible y balbuceo unas palabras de memoria, manchadas de sangre. Si no fuera por la boca partida y el hierro en mi lengua no sentiría nada más que daño y frío: no sabría lo que digo. #23 Tú y yo, o nosotros; Sol y Luna, o 24 horas. El futuro se ha convertido en un ábside iluminado, en un cuenco, sostén de voluntades, y estoy con la mandíbula anestesiada formulando una plegaria desconocida. #24 Ha llovido y nos hemos mojado tanto, que la flor de cuero que nos componía se desgastó y se nos ve la piel. Las esquinas del día nos aguijonean y nos vibran los ojos; pero se te ve la piel, y sólo quiero acariciarte.

#10

#19 Me ahoga el recuerdo de cuando el mediterráneo no te ahogaba. Éramos caudal y río, no tenía entradas y no había rollo. Mi sonrisa se clavaba en el futuro y mis ojos levitaban, vacíos de devenires. #20 El Sol está por todas partes -a pecho y espalda- y me acaricias el pecho y la espalda haciendo que mi alma se serene. ¿Qué aguijones se internaron en mi piel? Sólo el códice revelado por tu flujo apaciguó el veneno. #21 Mis nervios, sedados, se volvieron locos hasta que el azufre de mi piel se incendió. Entonces el mercurio hirviente de mi baba me limpió las palabras y pude encontrar la oración. Qué ganas de follarte, mi amor-.

#9

#16 Olvídate del numen, solo es el aguardiente o el hachís.- Llegamos a apurar la botella y a la última calada, con el estómago blanco, los pulmones rosados... con el pájaro azul y sus garras clavados a flor de piel. #17 El tiempo aprieta y me lanza por un tubo. Yo solo quería brillar por los ojos, hacerte de faro en el vacío... y la luz se bolcó por mi boca hasta encontrar la alcantarilla. Sigue rugiendo la mar y el vendaval sobre mi cuerpo, hasta el día en que me hunda. Sigo latiendo al ritmo del martillo hasta cambiar los nombres y pasar de cerdo condenado a delicia. #18 Como dos afluentes hechos río; una tierra fértil entre ellos y un océano inacabable al final. Así quisiera nuestra vida. Volver a contemplar la fuente del riachuelo nítido -felicidad sin cálculos-, y ser fiel al reflejo de tus retinas -dimensión inalcanzable-.

#8

#15 Traía el Sol entre mis manos y me quemó las palmas, así llegué a palparme la conciencia con timidez. Pero, mantengo los bordes de mis dedos perfilados por el calcio. Así mis caricias afiladas se escamparon por tu piel dejándome tu cobre incrustado en las yemas. Tu verde se vuelve enjambre y los buitres se posan en mis cutículas. Todo para, refractario, terminar entre tus piernas, empapado.

#7

#13 Me pongo la camisa que me regalaste, presa del entusiasmo de tus ojos. Un buen momento atado a la tinta y unas fibras: fue como que volábamos y ahora es como humo saliendo de la herida. Un recuerdo estampado en algodón. Sin agua no había marca. Sin marca no había mundo. Crucé el umbral y me eché, con los pies empapados del Rubicón. Me oliste como un tapir y destripaste como un jaguar. Volvimos a mi continente. No obstante, mi corazón siguió rebotando en unas escaleras hasta convertirse en polvo. #14 Termino los poemas a la rápida, igual que quien se seca el llanto con rubor y arrinconado por tus caricias al final me doy cuenta: el mundo era una mierda antes de que nos conociéramos. Entonces jugueteo con los botones y depredo el deseo que todavía se esconde en las rendijas de tus iris.

#6

#10 Yo me voy a la mierda como el sol, boca arriba, con nudos en los ojos y luces tras los párpados, con olor a herida en los pulgares. Brotan zarzas preñadas de moras en mis bolsas, y me fundo en un sueño deforme cuando caigo entre tus tetas. #11 No te preocupes que hallaremos la forma de ser más infelices, encontrarán la manera de hacernos más pobres, existirá un modo preciso de retorcernos la existencia. No te preocupes que el día que me muera doblarán unas campanas hediondas y tú seguirás viva... No te preocupes que seguirá gustándome follar contigo y te dejaré mis ojos en depósito antes de partir hacia el veneno. #12 Yo salgo de la mierda como el sol, con una sonrisa fractal para hacerlo todo nuevamente.

#5

#8 Recorro mis poemas y veo, en el borde de mis versos, un reguero de ramos atados. No tengo remedio y como la sangre mis venas mis sentidos conducen mi actos. Se contonean tus dedos como unas algas abisales al ritmo de mis mares tras romperme la coraza tus caricias. Me tropiezo con el futuro atascado en la porción de nubes que me importa, y terminado el puzzle empiezo a despiezarme, nuevamente, con más poemas entre manos que con lo que empecé. #9 Equilibrado a volantazos, sigo enloquecido en lo que he sido. Me da vueltas la cabeza hasta que encajo los sentidos en mi eje e inicio la traslación hasta el encuentro ineludible con tu boca. Se clava tu lengua entre mis dientes y vocalizo la magia que te derrite entre mis manos.

#4

#7 No hallo la luz ni en los leds ni en los fluorescentes ni en los neones ni en los láseres ni en los vinilos ni en CDs y chapoteo en mis arterias asfixiadas, Pues vistos desde el cielo solo somos ratones, roedores de ideales, ratas esnifadoras de tesoros hasta el embudo picador de carne. Pero habían palomitas, birra, y Dionisio y tus pupilas al terminar el viaje hasta Itaca Estaba el Sol y su enrejado y me cortaron los cielos, un laberinto hasta la última estrella del firmamento... Hasta encontrar el destello en el fondo de mi mirada

#3

#4 Cruzo el umbral con el corazón en la boca se mezcla la ansia y el control, una bocanada dibuja la frontera. He perdido la elocuencia en el ascenso, me has requisado los labios. Y ahora tallo las palabras con un rombo de sílex o un trozo de cielo maltratándome las palmas, para que se eleven con el tiempo como las venas en mis manos. #5 Me meto en el maizal y salgo afilado. El sudor me estampa el trabajo en la cara. No hay agua que me lo quite. Invoco la inconsciencia por la boca y os doy lo que ansiáis, el clickbait y el jugo. #6 Meo sangre. Hay sangre en mis dedos y en tus labios pero no nos queda pureza; y me olvido de mi nombre... El mármol se enquista en mis sentidos y sus vetas dibujan en mi piel un árbol y un arrebol. Se  me clavan las raíces y relámpagos en la sangre: Tengo las hebras entrometidas en mi corazón descolocado

#2

#3 Tan perdido, que no sé si hay más tierra que cielos, resoplo mirando hacia arriba, rebuscándote en los rincones más altos del firmamento Hundido en mi cuerpo, suspiro mirándome los pies rebuscándote en los charcos más profundos del suelo No obstante, sólo logro encontrarte mirando a través de tus lágrimas, ahogándome en la frontera extraña del agua de tu mar, apagándome bajo la sombra de tu luz... Los minutos del día se enroscan en mi cuerpo dejándome sin resuello, y entonces la Luna florece y me hago piel de tu caricia.

#1

#1 Porque no es lóbrego ni aciago el suelo que yo piso en este dirimir y mesurar el golpe que más duele. La nostalgia es un motor marcha atrás que se clava en mí. Se nos clavan, como unos dientes mordiendo una fresa, las paredes granates, la madera crujiendo, la botella de whisky que compramos a última hora. La sonrisa limpia, el riachuelo nítido, se nos clavan; ahora que estamos divididos por una playa hambrienta de memoria. #2 Porque la vida es de mal gusto por más felices que seamos. Por más que arquear nuestros abdómenes nos haga temblar, el cielo es negro en todas las ciudades. Y ciego, de tanta luz y drogas, sólo me queda brillo en las pupilas, en lo más hondo de mis nervios. Porque si pudieras verme el corazón, sabrías que está hecho de estrellas