#11
#22
Me deshollo los besos,
y sano la carne cruda de mis labios
con la blanda savia de tu verbo.
Me abrigo con nuestro pasado imputrescible
y balbuceo unas palabras de memoria,
manchadas de sangre.
Si no fuera por la boca partida y el hierro en mi lengua
no sentiría nada más
que daño y frío:
no sabría lo que digo.
#23
Tú y yo, o nosotros;
Sol y Luna, o 24 horas.
El futuro se ha convertido en un ábside iluminado,
en un cuenco, sostén de voluntades,
y estoy con la mandíbula anestesiada
formulando una plegaria desconocida.
#24
Ha llovido y nos hemos mojado tanto,
que la flor de cuero que nos componía se desgastó
y se nos ve la piel.
Las esquinas del día nos aguijonean y nos vibran los ojos;
pero se te ve la piel,
y sólo quiero acariciarte.
Me deshollo los besos,
y sano la carne cruda de mis labios
con la blanda savia de tu verbo.
Me abrigo con nuestro pasado imputrescible
y balbuceo unas palabras de memoria,
manchadas de sangre.
Si no fuera por la boca partida y el hierro en mi lengua
no sentiría nada más
que daño y frío:
no sabría lo que digo.
#23
Tú y yo, o nosotros;
Sol y Luna, o 24 horas.
El futuro se ha convertido en un ábside iluminado,
en un cuenco, sostén de voluntades,
y estoy con la mandíbula anestesiada
formulando una plegaria desconocida.
#24
Ha llovido y nos hemos mojado tanto,
que la flor de cuero que nos componía se desgastó
y se nos ve la piel.
Las esquinas del día nos aguijonean y nos vibran los ojos;
pero se te ve la piel,
y sólo quiero acariciarte.
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